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Cada uno de nosotros ha sido creado y amado por Dios antes de ser concebidos, y tenemos un propósito claro en la vida. La Escritura es muy clara al respecto.

Before I formed thee in the bowels of thy mother, I knew thee: and before thou camest forth out of the womb, I sanctified thee, and made thee a prophet unto the nations. Jeremiah 1:5

Es nuestro deber descubrir y cumplir la razón por la que Dios nos puso en este mundo y no tenerle miedo, ya que Él nos proporcionará todo lo necesario para cumplir Su misión. También es nuestro deber vivir una vida cristiana siguiendo Sus enseñanzas y siendo la sal de la tierra.

¿Pero qué pasa si soy nuevo en el cristianismo? ¿Qué pasa si no tengo idea de cómo cumplir esa misión o incluso entender lo que Dios quiere de mí? ¿Qué pasa si solo quiero hacer la voluntad de Dios y no tengo idea de por dónde empezar?

Bueno, aquí detallaré algunos consejos que pueden ser útiles.

Poner orden en nuestras vidas

A menudo, en la vida, enfrentamos dificultades y debemos tomar decisiones difíciles. No sabemos por dónde empezar ni qué camino elegir. Una cosa muy importante a recordar es que, independientemente de lo que decidamos hacer, debemos poner a Dios en primer lugar en todas nuestras tomas de decisiones. Esto significa que debemos esforzarnos por hacer la voluntad de Dios lo mejor que podamos.

Si estás seguro de por dónde empezar, comienza por la organización de tu vida y por tomar decisiones más informadas. Todos sabemos dentro de nosotros lo que es correcto y lo incorrecto. El pecado es desorden, mientras que una vida ordenada refleja la voluntad de Dios.

Entiendo que las situaciones de esta vida son muy complejas y que vivimos en un mundo roto. Sin embargo, entre más desorden hay en nuestras vidas, más complicadas se vuelven las cosas.

Discernir con Dios

Supongamos que tenemos una vida más o menos ordenada, pero aun así necesitamos tomar decisiones complicadas y resolver situaciones complejas, o necesitamos escoger un camino a seguir. En ese caso, debemos orar y buscar el discernimiento de Dios con respecto a las decisiones importantes en nuestras vidas.

Entre más importante es una decisión, mayor es el discernimiento necesario. Debemos ser humildes y orar, ver profundamente dentro de nosotros mismos, y pedir la iluminación del Espíritu Santo, que es el único que puede inspirar en nosotros la sabiduría más grande.

Dios puede responder muy rápidamente, a veces, y otras veces Él puede tomarse Su tiempo para responder; sin embargo, en cualquier caso, nunca es tarde. Además de orar a Dios, también nosotros debemos hacer nuestra parte para buscar la respuesta correcta.

Si te encuentras en una situación difícil, utiliza la razón y evalúa los pros, los contras y las posibles consecuencias de tus decisiones. Investiga tanto como puedas y después de eso, abándonate completamente a Dios.

Como decía San Agustín:

"Reza como si todo dependiera de Dios. Trabaja como si todo dependiera de ti".

Es nuestra Voluntad o la Voluntad de Dios?

También debemos diferenciar entre nuestra voluntad y la verdadera voluntad de Dios

Nuestra voluntad es evidente en lo que queremos hacer. El peligro es que en ocasiones podemos desear tanto algo que tratamos de justificar nuestra voluntad como si fuera la voluntad de Dios.

Pro tip:

Si tu decisión va en contra de alguno de los Diez Mandamientos, no es la voluntad de Dios.

Además, puedes buscar inspiración y respuestas en las enseñanzas de la Sagrada Escritura y el Catecismo, así como en las vidas y elecciones de los santos.

Porque Dios es perfecto, Él nunca iría en contra de Su palabra o Sus mandamientos. Cualquier cosa que vaya en contra de esto ni es Su voluntad ni es el camino correcto.

Proverbios 3:5-6

Confía en el Señor con todas tu corazóny no te apoyes en tu prudencia. En todas tus empresas tenle presente, y Él sea quien dirija todos tus pasos.

Me encanta esta cita de la Biblia, que refleja muy bien el tema, y creo que es un gran resumen y conclusión de este ensayo.

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