El Evangelio nos dice sobre el siguiente episodio con respecto a este tema:
39 Y uno de los ladrones que estaban crucificados, blasfemaba contra Jesús, diciendo: Si tú eres el Cristo o Mesías, sálvate a ti mismo, y a nosotros.
40 Mas el otro lo reprendía, diciendo: ¿Cómo, ni aun tú temes a Dios, estando como estás en el mismo suplicio?
41 Y nosotros a la verdad estamos en él justamente, pues pagamos la pena merecida por nuestros delitos; pero éste ningún mal ha hecho.
42 Decía después a Jesús: Señor, acuérdate de mí, cuando hayas llegado a tu reino.
43 Y Jesús le dijo: En verdad te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso. Amat, Don Félix Torres. La Sagrada Biblia (Spanish Edition) . Ediciones Sacras. Kindle Edition.
Lucas 23: 39-43 Amat, Don Félix Torres. La Sagrada Biblia
¿Por qué fue San Dimas salvado por Jesús?
El buen ladrón, San Dimas, fue salvado por varias razones, y no sólo por pedir a Jesús que lo recuerde cuando este en su gloria:
- Reconoció que Jesús era el hijo de Dios.
- Manifesto temor de Dios (importante y merecido respeto por Dios).
- Reconoció que Jesús tiene un reino.
- Él le pregunta a Jesús que se acuerde de el, es decir, para que tenga misericordia de él.
- Confiesa delante de Jesús (y todos los que estaban allí) que su castigo es justo y que él se lo merece por lo que hizo. Esto significa que previamente se había arrepentido.
- Defendió a Jesús en contra de las burlas del otro ladrón, y ante las personas que estaban presenciando el evento.
- Él paga penitencia por sus pecados en la crucifixión, y por lo tanto es lo suficientemente puro para estar con Jesús.
El mal ladrón, conocido como Gestas, por otro lado, se burlo de Jesús, a pesar de que estaba sufriendo el mismo castigo. Su sufrimiento era probablemente lo que tenia que pagar por lo que había hecho en esta vida, pero él no reconoce a Jesús como Dios y su salvador.
Pecó con orgullo, incluso en el momento de la muerte, cuando le ordeno a Jesús que se salvara a sí mismo y a ellos también.
32 En suma: a todo aquel que reconociere y confesare por Mesías delante de los hombres, yo también lo reconoceré y me declararé por él delante de mi Padre, que está en los cielos;
33 mas a quien me negare delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre, que está en los cielos.
Mateo 10: 32-33 Amat, Don Félix Torres. La Sagrada Biblia (Spanish Edition).
Jesús es el cordero sin mancha, que no tenía pecado, por lo que no requeria el perdón de nadie. Renunció voluntariamente a su vida y pasó por todo ese sufrimiento por nuestra salvación.
Podemos imitar a Jesus y a dar nuestra vida por la de alguien más, o podemos ofrecer nuestros sufrimientos en reparación por los nuestros o los pecados de otra persona. También podemos hacer esto para el descanso eterno de alguien.
En términos generales, debemos purificarnos para el perdón de nuestros pecados. Aparte de reconocer y confesar nuestros pecados, tenemos que hacer las paces y hacer nuestro mejor esfuerzo nunca pecar de nuevo.
Tenemos el sacramento de la reconciliación para la confesión y el perdón de nuestros pecados. Sin embargo, para reparar y restaurar nuestros pecados hemos de hacer penitencia. Podemos pedirle perdón a aquellos a quienesofendimos, o les podemos pagar por ejemplo si les robamos en el pasado.
También podemos ofrecer a Dios nuestros sufrimientos diarios, ayunar, o rezar el rosario. Sobre todo si no hay nada más que podamos hacer para enmendar los pecados.
Lo que no se paga en este mundo que vamos a pagar en la próxima vida. Si por la misericordia del Señor, es Su voluntad que seamos salvados, podemos pagar por nuestros pecados en el purgatorio.
La lección es ser humilde, y seguir los pasos de San Dimas para nuestra salvación.
About the autor
Ele V
Ele is a devout Christian who loves to learn and share about the beauty of the Catholic Faith.
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