3 Maneras en las que Dios Siempre Dice que Sí a Nuestras Oraciones

A woman with a veil prays in a serene church setting, reflecting deep spirituality.

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Hace un par de años, en un programa de radio, escuché la siguiente reflexión acerca de si Dios contesta nuestras oraciones y peticiones. Fue algo como esto, aunque no sé quién es el autor:

"Dios siempre dice que sí, pero de tres maneras diferentes."

Creo que se explica por si mismo, pero voy a reflexionar mas en cada una de estas respuestas.

1. Sí

"En el caso de "Sí", nuestras peticiones son otorgadas de forma muy evidente. Esto puede suceder de inmediato, después de un par de días, una semana, o a lo largo del tiempo las cosas se alinean para sucedan eventualmente.

It has happened to me that the things I have asked of the Lord are fulfilled in this way, especially when it is clearly His will.

2. Sí, pero mas adelante

En el caso de los 'Sí, pero no ahora," debemos recordar que Dios tiene sus razones. Tal vez no es el momento adecuado para lo que estamos pidiendo, o tal vez tenemos que crecer para que lo que estamos pidiendo sea lo mejor para nosotros. Puede ser un momento necesario para que trabajemos en nosotros mismos.

Por ejemplo, le pedi a Dios durante meses para conocer a mi futuro esposo. Lo más probable, es que Dios nos había estado preparando a ambos para el momento correcto, ya que a ambos teniamos que crecer y madurar. Finalmente, conoci a mi Esposo en el tiempo perfecto de Dios.

3. No, porque tengo algo mejor para ti

En el caso de que No, porque tengo algo mejor para ti, ¿Cuántas personas se ven en la situacion de tener que dejan ir algo o alguien, o un estilo de vida? Si no conseguimos lo que queremos o necesitamos, no importa cuánto le pidamos a Dios, debe ser por una razón.

Dios tiene algo mejor esperándonos—ya sea que se trate de salir de una relación tóxica, encontrar un mejor trabajo, procesar un duelo, o hacer nuevos amigos que nos entienden mejor que los anteriores.

Incluso en el caso de las tragedias, nuestra situación puede ser tan dolorosa que puede ser que no veamos más allá de esa situación. ¿Pero que tal si esta situación es en realidad lo que necesitamos para prepararnos para algo más grande y mejor? Algo que no habriamos comprendido o poder enseñar a otros a menos de haber pasado en carne viva por esas situaciones dolorosas o difíciles primero.

Quizás las experiencias dolorosas y difíciles son los catalizadores necesarios que nos ayuden a mejorar nuestras vidas o incluso a reconciliarnos con Dios.

Muchas personas dejan de creer en Dios porque tienen que soportar terribles circunstancias, o simplemente porque Él no les cumplio sus peticiones o no realizo el milagro que ellos querían.

Tenemos que preguntarnos si lo que estamos pidiendo es verdaderamente la voluntad de Dios o si realmente está en nuestro mejor interés. Dios no está a nuestra disposición. Él no está aquí para satisfacer nuestros caprichos; Él no es un Dios para nuestra conveniencia.

Dios siempre desea lo mejor para nosotros. Su voluntad está alineada con lo que verdaderamente esta en nuestro mejor interés. En mi propia experiencia, he recibido la mayor de las bendiciones en mi vida que jamás hubiera imaginado en el momento en que elegí dejar de lado mi propia voluntad y hacer la voluntad de Dios.

Le dije al Señor:

"¿Sabes qué? Siempre hago las cosas a mi manera (con respecto a esta peticion en especifico), yo siempre me equivoco, y no me esta funcionando. Tu eres perfecto, y sabes lo qué es lo mejor para mí. Tu no cometes errores; yo si.

Me rindo, he tenido suficiente. Voy a dejar de hacer las cosas a mi manera y voy a hacer las cosas a Tu manera.

A partir de ahora, voy a buscar Tu voluntad únicamente. Tu pon en frente de mí lo que yo necesito, y yo voy a aceptarlo tal cual sin condiciones."

Hacerlo fue la mejor decisión que he hecho, porque mi vida dio un giro de 180 grados, con maravillas que nunca podría haberme imaginado. Yo nunca podria haberlo planeado mejor.

Si yo había tratado de lograr lo que tengo ahora por mi propia cuenta, sin la ayuda de Dios, me hubiera llevado décadas, una gran cantidad de dinero, y al menos tres veces el esfuerzo para conseguirlo. En este caso, Dios tenia algo mucho mejor para mí de lo que nunca imaginé.

Por esto es que es tan importante tener una profunda y sincera relación con Dios, para que podamos comunicarnos con Él y entender lo que Él quiere de nosotros y para nosotros. Necesitamos hablar con Él desde lo mas profundo de nuestro ser y de nuestro corazón (o al menos, debemos tratar de hacer nuestro mejor esfuerzo).

Conclusión:

Si le pedimos ayuda a Dios, Él siempre nos escucha y proporciona lo que necesitamos para nuestra lucha diaria, especialmente cuando más lo necesitamos y cuando es lo mejor para nosotros.

Debemos ser humildes cuando hablamos con Él, reconociendo que Su voluntad viene antes que la nuestra, debemos aceptar su voluntad, y confiar en Él en todo momento. Dios es infinitamente sabio y ve mucho más alla de lo que podamos comprender.

Pidamos la ayuda del Espíritu Santo en todo momento al hablar con Dios, para que nuestras oraciones sean tan sabios como sea posible, dadas nuestras limitaciones. Nunca te arrepentirás de hacer la voluntad De Dios.

Y siempre recuerda ser agradecido a Dios por lo que Él ha provisto.

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