Versículos de la Biblia sobre el amor y el matrimonio

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Hice una recopilación de varios versículos de la Biblia que están relacionadas con el amor en general (no sólo el amor romántico) y el matrimonio. Están organizadas primero citando el libro y luego el versículo específico de la biblia.

Para este post, he utilizado la versión Torres Amat de la Biblia. ¡Espero que te sea de utilidad!

Génesis 2

18 Dijo luego el Señor Dios: No es bueno que el hombre esté solo: hagámosle ayuda y compañía semejante a él.

24 Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y estará unido a su mujer: y los dos vendrán a ser una sola carne.

Mateo 19

Jesús en respuesta les dijo: ¿ No han leído que aquel que al principio creó al linaje humano, creó un solo hombre y una sola mujer? Y que se dijo:

Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, y ha de unirse con su mujer, y serán dos en una sola carne.

Así que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios pues ha unido, no lo desuna el hombre.

Así pues les declaro que cualquiera que despidiere a su mujer, sino en caso de adulterio, y aun en este caso se casare con otra, este tal comete adulterio; y que quien se case con la divorciada, también lo comete.

Marcos 10

Pero al principio cuando los creó Dios, formó a un solo hombre y a una sola mujer.

Por cuya razón el hombre dejará a su padre y a su madre, y ha de juntarse con su mujer;

y los dos no compondrán sino una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne.

No separe pues el hombre lo que Dios ha juntado.

11 Y él les inculcó: Cualquiera que desechare a su mujer, y tomare otra, comete adulterio contra ella.

12 Y si la mujer se aparta de su marido, y se casa con otro, es adúltera.

Deuteronomio 24

Cuando un hombre acaba de casarse, no ha de ir a la guerra, ni se le impondrá cargo público; sino que se le permitirá emplearse enteramente en atender a su casa, y pasar un año en paz y alegría con su esposa.

Isaías 62

pues al modo que vive en paz y alegría un mancebo con la doncella que se escogió para esposa; así tus hijos morarán en ti: y como el gozo del esposo y de la esposa, así serás tú el gozo de tu Dios.

Proverbios 12

Corona de su marido es la mujer hacendosa; así como es carcoma de sus huesos la de malas costumbres.

Proverbios 18

22 El que ha encontrado una buena esposa, ha encontrado una buena cosa, y recibirá un placer en el Señor. Él que guía fuera una buena esposa, guía fuera una cosa buena: pero el que guarda una adúltera, es tonto y malvado.

Proverbios 19

14Casa y riquezas se heredan de los padres; mas la mujer prudente la da sólo el Señor.

Proverbios 21

Mejor es vivir al descubierto en un rincón del terrado, que dentro de la misma casa con una mujer rencillosa.

Proverbios 31

10 ¿Quién hallará una mujer fuerte? De mayor estima es que todas las preciosidades traídas de lejos, y de los últimos términos del mundo.

11 En ella pone su confianza el corazón de su marido; el cual no tendrá necesidad de botín o despojos para vivir.

12 Ella le acarrea el bien todos los días de su vida, y nunca el mal.

13 Busca lana y lino, de que hace labores con la industria de sus manos.

14 Viene a ser como la nave de un comerciante, que con la industria trae de lejos el sustento.

15 Se levanta antes que amanezca, y distribuye las raciones a sus domésticos, y el alimento a sus criadas.

16 Puso la mira en unas tierras, y las compró; de lo que ganó con sus manos plantó una viña.

17 Se revistió de varonil fortaleza, y esforzó su brazo.

18 Probó, y echó de ver que su trabajo le fructifica; por tanto tendrá encendida la luz toda la noche.

19 Aplica sus manos a los quehaceres domésticos, aunque fatigosos, y sus dedos manejan el huso.

20 Abre su mano para socorrer al mendigo, y extiende sus brazos para amparar al necesitado.

21 No temerá para los de su casa los fríos ni las nieves; porque todos sus domésticos traen vestidos forrados.

22 Se labró ella misma para sí un vestido acolchado; de lino finísimo y de púrpura es de lo que se viste.

23 Su esposo hará un papel brillante en las puertas o asambleas públicas, sentado entre los senadores del país.

24 Ella teje finísimas telas, y las vende, y entrega también ricos ceñidores, o fajas, a los negociantes cananeos.

25 La fortaleza y el decoro son sus atavíos; y estará alegre y risueña en los últimos días.

26 Abre su boca con sabios discursos, y la ley de la bondad o amor gobierna su lengua.

27 Vela sobre los procederes de su familia; y no come ociosa el pan.

28 Se levantaron sus hijos, y la aclamaron dichosísima; su marido también, y la alabó,

29 Muchas son las hijas o esposas que han allegado riquezas; mas a todas has tú aventajado.

30 Engañoso es el donaire, y vana la hermosura; la mujer que teme al Señor, esa será la celebrada.

31 Dadle alabanza para que goce del fruto de tus manos, y celébrense sus obras en la pública asamblea de los jueces.

Tobías 7

15 Y cogiendo la mano derecha de su hija, la juntó con la derecha de Tobías, diciendo: El Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob sea con ustedes, y Él los junte, y cumpla en ustedes su bendición.

16 En seguida, tomando un pergamino, hicieron la escritura matrimonial.

17 Y después celebraron el convite, bendiciendo a Dios.

Tobías 8

Al mismo tiempo Tobías exhortó a la doncella, y le dijo: Levántate Sara, y hagamos oración a Dios hoy y mañana, y después de mañana; porque estas tres noches las pasaremos unidos en oración con Dios, y pasada la tercera noche haremos vida marital;

pues nosotros somos hijos de santos, y no podemos juntarnos a manera de los gentiles, que no conocen a Dios.

En efecto, alzándose ambos, oraban a una con mucho fervor, para que se dignase Dios conservarlos salvos.

Y dijo Tobías: Oh Señor Dios de nuestros padres, bendígante los cielos, y la tierra, y el mar, y las fuentes, y los ríos, y todas tus criaturas que hay en ellos.

Tú formaste a Adán del lodo de la tierra, y le diste a Eva por ayuda suya y compañera.

Ahora pues, Señor, tú sabes que no movido de concupiscencia tomo a esta mi hermana por esposa, sino por el solo deseo de tener hijos que bendigan tu santo Nombre por los siglos de los siglos.

10 Asimismo Sara dijo: Ten misericordia de nosotros, oh Señor, ten misericordia de nosotros, y haz que ambos a dos lleguemos sanos a la vejez.

Eclesiastico 9

Aparta tus ojos de la mujer lujosamente ataviada, y no mires estudiosamente una hermosura ajena.

Por la hermosura de la mujer muchos se han perdido; y por ella se enciende cual fuego la concupiscencia.

10 Cualquier mujer pública es pisoteada de todos, como el estiércol en el camino.

11 Muchos embelesados de la belleza de la mujer ajena se hicieron réprobos; porque su conversación quema como fuego.

Eclesiastico 26 

1Dichoso el marido de una mujer virtuosa; porque será doblado el número de sus años.

La mujer fuerte o varonil es el consuelo de su marido, y le hace vivir en paz los años de su vida.

Es una suerte dichosa la mujer buena; suerte que tocará al que teme a Dios, y le será dada al hombre por sus buenas obras.

Ora sea rico, ora pobre tendrá contento el corazón, y se verá alegre en todo tiempo su semblante.

Pero la mujer celosa es dolor y llanto del corazón;

su lengua es un azote que alcanza a todos.

16 La gracia de la mujer hacendosa alegra al marido, y le llena de jugo los huesos.

17 La buena crianza de ella es un don de Dios.

18 Es cosa que no tiene precio una mujer discreta y amante del silencio, y con el ánimo morigerado.

19 Gracia es sobre gracia la mujer santa y vergonzosa.

Juan 3

16 Que amó tanto Dios al mundo, que no paró hasta dar a su Hijo unigénito, a fin de que todos los que creen en él, no perezcan, sino que vivan vida eterna.

Juan 13

34 Entre tanto un nuevo mandamiento les doy, y es: Que se amen unos a otros; y que del modo que yo los he amado a ustedes, así también se amen recíprocamente.

35 Por aquí conocerán todos que son mis discípulos, si se tienen un tal amor unos a otros.

Juan 15

13 Que nadie tiene amor más grande, que el que da su vida por sus amigos.

1 Pedro 3

Maridos, ustedes igualmente han de cohabitar con sus mujeres, tratándolas con honor, y discreción como a sexo más flaco, y como a coherederas de la gracia de la vida eterna a fin de que nada estorbe el efecto de sus oraciones.

1 Pedro 4

Pero sobre todo mantengan constante la mutua caridad entre ustedes; porque la caridad cubre o disimula muchedumbre de pecados.

1 Corintios 6

13 Las viandas son para el vientre, y el vientre para las viandas; mas Dios destruirá a aquel y a éstas; el cuerpo empero no es para la fornicación, sino para gloria del Señor; como el Señor para el cuerpo.

14 Pues así como Dios resucitó al Señor; nos resucitará también a nosotros por su virtud.

15 ¿No saben que sus cuerpos son miembros de Cristo, nuestra cabeza? ¿He de abusar yo de los miembros de Cristo, para hacerlos miembros de una prostituta? No lo permita Dios.

16 O ¿no saben que quien se junta con una prostituta, se hace un cuerpo con ella? Porque serán los dos, dice la Escritura, una carne.

17 Al contrario quien está unido con el Señor, es con Él un mismo espíritu.

18 Huyan la fornicación. Cualquier otro pecado que cometa el hombre, está fuera del cuerpo; pero el que fornica, contra su cuerpo peca.

19 ¿Por ventura no saben que sus cuerpos son templos del Espíritu Santo, que habita en ustedes, el cual han recibido de Dios, y que ya no son de ustedes,

20 puesto que fueron comprados a gran precio? Glorifiquen pues a Dios, y llévenlo siempre en su cuerpo.

1 Corintios 7

mas por evitar la fornicación viva cada uno con su mujer, y cada una con su marido.

El marido pague a la mujer el débito: y de la misma suerte la mujer al marido.

Porque la mujer casada no es dueña de su cuerpo, sino que lo es el marido. Y asimismo el marido no es dueño de su cuerpo, sino que lo es la mujer.

No quieran pues defraudarse el derecho recíproco, a no ser por algún tiempo de común acuerdo, para dedicarse a la oración; y después vuelvan a cohabitar, no sea que los tiente Satanás por su incontinencia.

Esto lo digo por condescendencia, que no lo mando.

A la verdad me alegrara que fueran todos tales como yo mismo, esto es célibes; mas cada uno tiene de Dios su propio don: quién de una manera, quién de otra.

Pero sí que digo a las personas no casadas, y viudas: bueno les es si así permanecen, como también permanezco yo.

Mas si no tienen don de continencia, cásense. Pues más vale casarse, que abrasarse.

10 Pero a las personas casadas, mando no yo, sino el Señor, que la mujer no se separe del marido;

11 que si se separa por justa causa, no pase a otras nupcias, o bien reconcíliese con su marido. Ni tampoco el marido repudie a su mujer.

12 Pero a los demás digo yo mi dictamen, no que el Señor lo mande. Si algún hermano tiene por mujer a una infiel o idólatra, y ésta consiente en habitar con Él, no la repudie.

13 Y si alguna mujer fiel o cristiana tiene por marido a un infiel, y éste consiente en habitar con ella, no abandone a su marido.

14 Porque un marido infiel es santificado por la mujer fiel, y la mujer infiel santificada por el marido fiel; de lo contrario sus hijos serían mancillados, en vez de que ahora son santos.

15 Pero si el infiel se separa, sepárese enhorabuena: porque en tal caso ni nuestro hermano, ni nuestra hermana deben sujetarse a servidumbre; pues Dios nos ha llamado a un estado de paz y tranquilidad.

16 Porque ¿sabes tú, mujer, si salvarás o convertirás al marido? ¿y tú, marido, sabes si salvarás a la mujer?

39 La mujer está ligada a la ley del matrimonio mientras que vive su marido; pero si su marido fallece, queda libre: cásese con quien quiera: con tal que sea según el Señor.

1 Corintios 13

La caridad es sufrida, es dulce y bienhechora: La caridad no tiene envidia, no obra precipitada ni temerariamente, no se ensoberbece,

no es ambiciosa, no busca sus intereses, no se irrita, no piensa mal,

no se huelga de la injusticia, se complace sí en la verdad;

a todo se acomoda, cree todo el bien del prójimo, todo lo espera, y lo soporta todo.

13 Ahora permanecen estas tres virtudes, la fe, la esperanza, y la caridad; pero de las tres la caridad es la más excelente de todas.

1 Corintios 16

14 Todas sus cosas háganse con caridad.

2 Corintios 6

14 No quieran uncirse en yugo con los infieles. Porque ¿qué tiene que ver la santidad o justicia con la iniquidad? ¿Y qué compañía puede haber entre la luz y las tinieblas?

Efesios 5

22Las casadas estén sujetas a sus maridos, como al Señor.

23 Por cuanto el hombre es cabeza de la mujer: así como Cristo es cabeza de la Iglesia, que es su cuerpo místico: del cual él mismo es Salvador.

24 De donde así como la Iglesia está sujeta a Cristo, así las mujeres lo han de estar a sus maridos en todo.

25 Ustedes, maridos, amen a sus mujeres, así como Cristo amó a su Iglesia, y se sacrificó por ella.

26 Para santificarla, limpiándola en el bautismo de agua con la palabra de vida,

27 a fin de hacerla comparecer delante de él llena de gloria, sin mácula, ni arruga, ni cosa semejante, sino siendo santa e inmaculada.

28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus propios cuerpos. Quien ama a su mujer, a sí mismo se ama.

29 Ciertamente que nadie aborreció jamás a su propia carne; antes bien la sustenta, y cuida, así como también Cristo a la Iglesia.

30 Porque nosotros que la componemos somos miembros de su cuerpo, formados de su carne, y de sus huesos.

31Por eso está escrito: Dejará el hombre a su padre y a su madre: y se juntará con su mujer, y serán los dos una carne.

32 Sacramento es este grande, mas yo hablo con respecto a Cristo y a la Iglesia.

33 Cada uno pues de ustedes ame a su mujer como a sí mismo: y la mujer tema y respete a su marido.

Colosenses 3

14 Pero sobre todo mantengan la caridad, la cual es el vínculo de la perfección.

15 Y la paz de Cristo triunfe en sus corazones, paz divina a la cual fueron asimismo llamados para formar todos un solo cuerpo; y sean agradecidos a Dios por este y otros beneficios.

18 Mujeres, estén sujetas a los maridos, como es debido, en lo que es según el Señor.

19 Maridos, amen a sus mujeres, y no las traten con aspereza.

1 Juan 4

Carísimos, amémonos los unos a los otros: porque la caridad procede de Dios. Y todo aquel que así ama, es hijo de Dios, y conoce a Dios.

19 Amemos pues a Dios, ya que Dios nos amó el primero.

About the autor

Ele V

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